Acerca del concepto de educación[1]
Dr. Álvaro Villavicencio Whittembury[2]
El concepto de educación y las
concepciones del mundo
La educación es un proceso social concreto, porque
forma parte de la realidad objetiva, de esa parte que es la sociedad. Que la educación
es, pues, consustancial con el hombre. Sostuvimos que ello se demuestra a
través del desarrollo histórico, del quehacer histórico de la especie humana, a
lo largo de todas las formaciones económico-sociales que el hombre ha creado.
De allí que el proceso educativo ocurrió en la sociedad
de la comunidad primitiva, y en las sociedades clasistas, feudal y burguesa,
anteriores a las presentes, y que ocurre en las sociedades clasistas burguesas,
burguesas-imperialistas y socialistas actuales. Que seguirá ocurriendo mientras
la especie humana exista en el cosmos.
Trataremos, ahora, de establecer el concepto
genérico de educación.
1. La educación, formación del hombre de acuerdo con
una concepción del mundo
La concepción del mundo es, como se ha expresado ya, un
sistema de ideas, conceptos y representaciones sobre la naturaleza, la sociedad
y el conocimiento. En su amplio sentido, abarca toda, las concepciones del
hombre sobre la realidad en torno: concepciones filosóficas, económicas,
político-sociales, científicas particulares, morales, estéticas, etc. En su
sentido estricto, medular, abarca los problemas fundamentales de la filosofía: materia y espíritu, desarrollo, conocimiento y
sociedad.
Mas, la concepción del mundo (conciencia social, ideología) está determinada por el ser
social, refleja el ser social, sin que esto quiera decir que deje de tener
influencia sobre él. Si el ser social es clasista, la concepción del mundo
adquiere un carácter de clase, e impera, predomina, la concepción del mundo
de la clase que se encuentra en el poder. Si el ser social clasista es un ser
que contiene relaciones económicas distorsionadas, injustas, de explotación de
una mayoría por una minoría explotadora (esclavismo, feudalismo y capitalismo),
la concepción del mundo predominante también tendrá carácter distorsionado
(consciente o inconscientemente) y será la dominante porque corresponde a esas
minorías dominantes. Si el ser social clasista es un ser que contiene
relaciones económicas no distorsionadas sino concordantes con el carácter
social de la producción, tendientes a eliminar de modo definitivo la
explotación del hombre por el hombre (socialismo), la concepción del mundo no
será distorsionada, tendrá un carácter científico, será la dominante y se
generalizará.
Las clases explotadoras esclavista, feudal y burguesa, por defender sus
intereses de clase y por distorsión gnoseológica, deforman la concepción del mundo, la ideología; la
clase obrera, en contrarío, no la deforma; la eleva al nivel de ciencia. Por
ello, la ideología de la clase obrera, la concepción del mundo de la clase
obrera, el marxismo y su núcleo filosófico, el materialismo dialéctico,
constituyen actualmente la concepción científica del mundo.
¿Puede vivir un hombre
sin una concepción del mundo, pueril, elemental o amplia? Esto sería imposible. El
cuerpo humano puede existir, sí,
descerebrado, en "estado vegetal". "La concepción del mundo tiene una enorme importancia práctica, pues de
ella depende la actitud del hombre frente a la realidad que le rodea y sirve de
guía para la acción", expresan Rosental—Iudin (38—75; el subrayado es
nuestro).
Si la concepción del mundo, la ideología, es tal que distorsiona,
deforma la realidad, el hombre vive, vivirá, pero sus actitudes serán
distorsionadas, quiéralo o no. Por el contrario, si la concepción del mundo no
distorsiona la realidad, es verdad objetiva, el hombre vive y vivirá en
ascendente, pleno, y jamás igualado desarrollo. O el hombre vive orientado por
una concepción idealista del mundo en sus diversas y actuales manifestaciones
filosóficas, o lo hace con la concepción materialista del mundo en su expresión
filosófica actual: el materialismo dialéctico e histórico. No hay términos
medios, remitiéndonos al problema fundamental de la filosofía.
Pues bien. No
puede haber educación sin un
contenido educativo que debe adquirir el sujeto para ser educado. Y ¿qué es, en
esencia, el contenido educativo? A la postre no puede ser otra cosa que, total
o parcialmente, la concepción del mundo, la conciencia social, la ideología,
reflejo del ser social.
En
consecuencia, desde el punto de vista del materialismo dialéctico e histórico, la educación es, en sentido
general, la acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre el hombre para
ser formado de acuerdo con una concepción del mundo, a fin de que actúe según
esa concepción en la formación económico-social a la que pertenece. En
formaciones económico-sociales clasistas la educación es clasista y, por tanto,
es el proceso sistemático
consistente en formar al hombre según la concepción del mundo de la clase que
se encuentra en el poder, a fin de que actúe según esa concepción. En
formaciones económico-sociales clasistas, las clases dominadas, realizan,
también, proceso educativo sistemático, mas no es el imperante.
Es acción espontánea, homogénea, no clasista, porque en la
Comunidad Primitiva la influencia era (o es) realizada por la sociedad en su
conjunto y por el propio medio ambiente, sin encargarla a ninguna institución
específica. Es acción sistemática, especialmente organizada, clasista, porque
en las formaciones económico-sociales clasistas (Esclavismo Feudalismo,
Capitalismo y Socialismo) surge y se desarrolla vigorosamente un conjunto de
instituciones destinado específicamente a educar: la escuela –jardines de infancia, escuelas primarias,
secundarias y superiores con diversas características– y su aparato
administrativo, que constituye lo que se denomina "sistema educativo"
y que para nosotros es la ESCE en sus varias modalidades; y porque otras
instituciones, actividades o procesos sociales, que no forman parte del sistema
educativo escolarizado, es decir, no destinados específicamente a educar,
realizan una influencia organizada, planificada o permanente sobre el sujeto
(partidos políticos, sindicatos, instituciones religiosas, medios de
comunicación, centros de trabajo, la calle, el barrio, etc.) que también educa,
conformando lo que hemos dado en llamar ESCNE. Y como es acción sistemática
clasista, la ejercen las clases sociales, predominando aquella que desarrolla
la, clase que domina la formación económico-social.
Es acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre el
hombre, porque no sólo el niño, el adolescente o el joven son sujetos de la
educación. Lo es el hombre maduro y lo es el hombre viejo o el anciano. Es el
hombre, en general, el sujeto de la educación. Desde que nace hasta que fenece.
Desde que es concebido hasta que muere. Porque la influencia, la acción,
espontánea o sistemática (escolarizada o no escolarizada) no se detienen al
término de una etapa señalada del ciclo vital del hombre ni es patrimonio exclusivo
de los hombres maduros (un bebé puede influir, accionar en un anciano, por
ejemplo). Por ello se dice que la educación es permanente.
Esa acción o influencia se ejercen sobre el hombre para ser
formado de acuerdo con una concepción del mundo, a fin de que actúe según esa
concepción, en la formación económico-social a la que pertenece, porque toda
acción o influencia tiene un objetivo, una finalidad, precisa en el caso de la
educación: la asimilación de un contenido, denominado "contenido educativo";
y ese contenido educativo que el "educador" (sujeto que ejerce la
acción o influencia) debe hacer asimilar al "educando" (sujeto que
recibe la acción o influencia) no viene a ser sino, en todo o en parte, un
conjunto o sistema de ideas, conceptos o representaciones sobre la naturaleza,
la sociedad y el conocimiento, una ideología, para actuar, según ella, como
integrante de una formación económico-social no clasista o clasista (comunidad
primitiva, esclavista, feudalista, capitalista o socialista); porque gestante,
niño, adolescente, joven, adulto o senil, el hombre debe actuar, vivir,
desempeñar un papel o un rol, trabajar, dentro de la formación social, no
clasista o clasista, a la que pertenece. El trabajo es la expresión máxima de
la actuación del hombre, en el entendido de que el concepto de
trabajo es relativo a cada concepción del mundo y en cada período histórico.
La actuación, el vivir, el desempeñar un papel específico, el
trabajar, suponen, pues, la adquisición de las habilidades o destrezas y
actitudes para la vigencia, satisfacción de las necesidades, desarrollo y/o
caducidad de la formación económico-social, a nivel de sus fuerzas productivas,
de sus relaciones de producción y de su ordenamiento social, político-estatal y
de su sistema ideológico, lo cual significa la formación, por ejemplo, de
cazadores, agricultores, artesanos, obreros, técnicos, administradores,
comerciantes, economistas, relacionistas industriales, abogados, secretarios,
periodistas o comunicadores, militares, burócratas o trabajadores del Estado,
educadores, artistas, religiosos, científicos, políticos, filósofos, etc.:
explotadores y explotados en formaciones económico-sociales cuyas relaciones de
producción son de explotación del hombre por el hombre.
La educación es, pues, en sentido general, la formación del
hombre de acuerdo con una determinada concepción del mundo, de una determinada
ideología: formación, no sólo como proceso (acción espontánea o sistemática)
sino también como punto de llegada, meta, objetivo o finalidad (adquisición de
una determinada concepción del mundo, ideología, y de las destrezas,
habilidades o actitudes concordantes con esa concepción, para actuar, vivir,
desempeñar un papel específico, trabajar, en la formación económico-social a la
que se pertenece y/o por la que se lucha).
La expresión "En
formaciones económico-sociales clasistas la educación es clasista y, por tanto,
es el proceso sistemático
consistente en formar al hombre según la concepción del mundo de la clase que
se encuentra en el poder, a fin de que actúe según esa concepción. En
formaciones económico-sociales clasistas, las clases dominadas realizan,
también, proceso educativo sistemático, mas no es el imperante", encierra el sentido general del concepto de
educación ya analizado, pero lo remite a la situación particular de las
formaciones económico-sociales clasistas: deja la acción educativa de ser
espontánea, homogénea, como en la Comunidad Primitiva, para convertirse en
sistemática, específicamente organizada, discriminada y discriminatoria, según
las clases sociales; el contenido educativo que impera para formar hombres que
puedan actuar, desempeñar una función, trabajar, de acuerdo con una concepción
del mundo, se deriva e impone de la concepción del mundo de la clase que
detenta el poder, que domina la sociedad clasista; predomina, entonces, la
educación que imparte la clase dominante; y existe, por ende, la educación que
organizan las clases dominadas en sus dos formas, ESCE y ESCNE, en diferentes
modalidades, pero no impera.
Este concepto
de educación tiene una expresión mucho más resumida cuando se
dice que la educación es la acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre
el hombre para que adquiera una concepción del mundo y actúe, desempeñe una
función, acorde con esa concepción, como integrante de una formación
económico-social determinada.
Ese es en
esencia, el concepto de educación, el mismo
que hace explícitas sus clases, formas y carácter. Así, podemos referirnos a la
educación espontánea de la comunidad primitiva, pasada o actual, y a la educación sistemática clasista, idealista y materialista,
del esclavismo, del feudalismo, del capitalismo y del socialismo.
La educación idealista, en sus manifestaciones concretas
esclavista, feudal y burguesa, por ser, en esencia, el proceso de adquisición
de la concepción del mundo idealista para que los hombres actúen, desempeñe un
rol, trabajen, de acuerdo con ella, es una educación que produce hombres de
concepción y actitudes distorsionadas, no concordantes con la verdad objetiva,
reflejo de la realidad objetiva. Mas, esa concepción del mundo se presenta,
contradictoriamente, como la única verdadera cuando, al ser esgrimida y
asimilada de modo compulsivo, la utiliza y propaga la clase poseedora,
minoritaria y dominante en el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo. Esto
explica que, para la burguesía dominante, por ejemplo, la única y verdadera
educación sea la correspondiente a la concepción idealista del mundo actual en
sus diversas manifestaciones filosóficas; y que se tome en extrema
consideración las reformas burguesas de la educación para ponerles la etiqueta
de "nueva educación", tanto en sus expresiones metodológicas cuanto
en las doctrinarias.
La educación materialista, manifestada de modo concreto en los
países auténticamente socialistas del mundo actual, por ser, en esencia, la
acción que se ejerce sobre los hombres para que adquieran la concepción
materialista del mundo –cuya
médula es el materialismo dialéctico e histórico– y actúen,
cumplan una función, trabajen de acuerdo a ella, es una educación que produce
hombres de concepción y actitudes no distorsionadas, concordantes con la verdad
objetiva, reflejo de la realidad objetiva. Esta, sí, es la verdadera nueva educación. Al producir los hombres dentro
de una sociedad cuya base o estructura económica (relaciones de producción) va
eliminando, hasta hacerla nula, la propiedad privada de los medios de
producción y al asimilar, mediante el proceso educativo, la concepción
materialista, científica, del mundo, asistimos, sí, al surgimiento de hombres
formados de modo armónico, integral, completo.
Biografía
Dr. Álvaro
Villavicencio Whittembury
Doctor en Educación, profesor emérito de la Universidad
Nacional “Enrique Guzmán y Valle” (La Cantuta) y de la Universidad Nacional San
Cristóbal de Huamanga, instituciones donde trabajó como docente en el campo de
la educación y dirigió centros de formación de Maestros, incluidos los
correspondientes a la práctica profesional. Ha sido director de la Escuela de
Posgrado y Rector (A.I.) de la Universidad "La Cantuta".
En 1954 se inició como docente en la Escuela Nº 111 de
Cajabamba, su tierra natal. En 1966 fue profesor del Instituto Experimental de
Educación Nº 6 de Lima y de la Universidad Peruana de Ciencias y Tecnología,
hoy Universidad Particular Ricardo Palma.
Ha viajado a Puerto Rico y Estados Unidos de Norteamérica
(USA) para perfeccionarse en educación (1955-1956); a México y USA para
investigar asuntos educacionales (1985, 1996, 1997, 1999 y 2000); a la
República Popular China como periodista e investigador de la educación
(1979-1980); y a Italia para intervenir en jornadas sobre derechos humanos, invitado
por Amnistía Internacional (1996).
Colabora como periodista eventual en diarios y revistas
especializadas de Lima.
Entre otros textos, ha publicado los siguientes: "El esquema de aprendizaje" (1962), "Acerca
del concepto de educación"
(1978), "Apuntes y
transcripciones para una historia y
filosofía de la educación"
(1983), “El régimen de créditos”
(Revista de la UNE, 1967), “El perfil profesional y el plan curricular”
(Revista de la UNE, 1982), "Educación,
ideas básicas" (2001), y “Teoría
General de la Educación”, (2010).
Actualmente vive en
Villa Toledo (Colca), Cieneguilla, Lima- Perú.
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