martes, 23 de febrero de 2021

Acerca del concepto de educación

 Acerca del concepto de educación[1]

 


Dr. Álvaro Villavicencio Whittembury[2]

 

El concepto de educación y las concepciones del mundo

La educación es un proceso social concreto, porque forma parte de la realidad objetiva, de esa parte que es la sociedad. Que la educación es, pues, consustancial con el hombre. Sostuvimos que ello se demuestra a través del desarrollo histórico, del quehacer histórico de la especie humana, a lo largo de todas las formaciones económico-sociales que el hombre ha creado. De allí que el proceso educativo ocurrió en la sociedad de la comunidad primitiva, y en las sociedades clasistas, feudal y burguesa, anteriores a las presentes, y que ocurre en las sociedades clasistas burguesas, burguesas-imperialistas y socialistas actuales. Que seguirá ocurriendo mientras la especie humana exista en el cosmos.

Trataremos, ahora, de establecer el concepto genérico de educación.

 

1. La educación, formación del hombre de acuerdo con una concepción del mundo

La concepción del mundo es, como se ha expresado ya, un sistema de ideas, conceptos y representaciones sobre la naturaleza, la sociedad y el conocimiento. En su amplio sentido, abarca toda, las concepciones del hombre sobre la realidad en torno: concepciones filosóficas, económicas, político-sociales, científicas particulares, morales, estéticas, etc. En su sentido estricto, medular, abarca los problemas fundamentales de la filosofía: materia y espíritu, desarrollo, conocimiento y sociedad.

Mas, la concepción del mundo (conciencia social, ideología) está determinada por el ser social, refleja el ser social, sin que esto quiera decir que deje de tener influencia sobre él. Si el ser social es clasista, la concepción del mundo adquiere un carácter de clase, e impera, predomina, la concepción del mundo de la clase que se encuentra en el poder. Si el ser social clasista es un ser que contiene relaciones económicas distorsionadas, injustas, de explotación de una mayoría por una minoría explotadora (esclavismo, feudalismo y capitalismo), la concepción del mundo predominante también tendrá carácter distorsionado (consciente o inconscientemente) y será la dominante porque corresponde a esas minorías dominantes. Si el ser social clasista es un ser que contiene relaciones económicas no distorsionadas sino concordantes con el carácter social de la producción, tendientes a eliminar de modo definitivo la explotación del hombre por el hombre (socialismo), la concepción del mundo no será distorsionada, tendrá un carácter científico, será la dominante y se generalizará.

Las clases explotadoras esclavista, feudal y burguesa, por defender sus intereses de clase y por distorsión gnoseológica, deforman la concepción del mundo, la ideología; la clase obrera, en contrarío, no la deforma; la eleva al nivel de ciencia. Por ello, la ideología de la clase obrera, la concepción del mundo de la clase obrera, el marxismo y su núcleo filosófico, el materialismo dialéctico, constituyen actualmente la concepción científica del mundo.

¿Puede vivir un hombre sin una concepción del mundo, pueril, elemental o amplia? Esto sería imposible. El cuerpo humano puede existir, sí, descerebrado, en "estado vegetal". "La concepción del mundo tiene una enorme importancia práctica, pues de ella depende la actitud del hombre frente a la realidad que le rodea y sirve de guía para la acción", expresan Rosental—Iudin (38—75; el subrayado es nuestro).

Si la concepción del mundo, la ideología, es tal que distorsiona, deforma la realidad, el hombre vive, vivirá, pero sus actitudes serán distorsionadas, quiéralo o no. Por el contrario, si la concepción del mundo no distorsiona la realidad, es verdad objetiva, el hombre vive y vivirá en ascendente, pleno, y jamás igualado desarrollo. O el hombre vive orientado por una concepción idealista del mundo en sus diversas y actuales manifestaciones filosóficas, o lo hace con la concepción materialista del mundo en su expresión filosófica actual: el materialismo dialéctico e histórico. No hay términos medios, remitiéndonos al problema fundamental de la filosofía.

Pues bien. No puede haber educación sin un contenido educativo que debe adquirir el sujeto para ser educado. Y ¿qué es, en esencia, el contenido educativo? A la postre no puede ser otra cosa que, total o parcialmente, la concepción del mundo, la conciencia social, la ideología, reflejo del ser social.

En consecuencia, desde el punto de vista del materialismo dialéctico e histórico, la educación es, en sentido general, la acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre el hombre para ser formado de acuerdo con una concepción del mundo, a fin de que actúe según esa concepción en la formación económico-social a la que pertenece. En formaciones económico-sociales clasistas la educación es clasista y, por tanto, es el proceso sistemático consistente en formar al hombre según la concepción del mundo de la clase que se encuentra en el poder, a fin de que actúe según esa concepción. En formaciones económico-sociales clasistas, las clases dominadas, realizan, también, proceso educativo sistemático, mas no es el imperante.

Es acción espontánea, homogénea, no clasista, porque en la Comunidad Primitiva la influencia era (o es) realizada por la sociedad en su conjunto y por el propio medio ambiente, sin encargarla a ninguna institución específica. Es acción sistemática, especialmente organizada, clasista, porque en las formaciones económico-sociales clasistas (Esclavismo Feudalismo, Capitalismo y Socialismo) surge y se desarrolla vigorosamente un conjunto de instituciones destinado específicamente a educar: la escuela jardines de infancia, escuelas primarias, secundarias y superiores con diversas características y su aparato administrativo, que constituye lo que se denomina "sistema educativo" y que para nosotros es la ESCE en sus varias modalidades; y porque otras instituciones, actividades o procesos sociales, que no forman parte del sistema educativo escolarizado, es decir, no destinados específicamente a educar, realizan una influencia organizada, planificada o permanente sobre el sujeto (partidos políticos, sindicatos, instituciones religiosas, medios de comunicación, centros de trabajo, la calle, el barrio, etc.) que también educa, conformando lo que hemos dado en llamar ESCNE. Y como es acción sistemática clasista, la ejercen las clases sociales, predominando aquella que desarrolla la, clase que domina la formación económico-social.

Es acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre el hombre, porque no sólo el niño, el adolescente o el joven son sujetos de la educación. Lo es el hombre maduro y lo es el hombre viejo o el anciano. Es el hombre, en general, el sujeto de la educación. Desde que nace hasta que fenece. Desde que es concebido hasta que muere. Porque la influencia, la acción, espontánea o sistemática (escolarizada o no escolarizada) no se detienen al término de una etapa señalada del ciclo vital del hombre ni es patrimonio exclusivo de los hombres maduros (un bebé puede influir, accionar en un anciano, por ejemplo). Por ello se dice que la educación es permanente.

Esa acción o influencia se ejercen sobre el hombre para ser formado de acuerdo con una concepción del mundo, a fin de que actúe según esa concepción, en la formación económico-social a la que pertenece, porque toda acción o influencia tiene un objetivo, una finalidad, precisa en el caso de la educación: la asimilación de un contenido, denominado "contenido educativo"; y ese contenido educativo que el "educador" (sujeto que ejerce la acción o influencia) debe hacer asimilar al "educando" (sujeto que recibe la acción o influencia) no viene a ser sino, en todo o en parte, un conjunto o sistema de ideas, conceptos o representaciones sobre la naturaleza, la sociedad y el conocimiento, una ideología, para actuar, según ella, como integrante de una formación económico-social no clasista o clasista (comunidad primitiva, esclavista, feudalista, capitalista o socialista); porque gestante, niño, adolescente, joven, adulto o senil, el hombre debe actuar, vivir, desempeñar un papel o un rol, trabajar, dentro de la formación social, no clasista o clasista, a la que pertenece. El trabajo es la expresión máxima de la actuación del hombre, en el entendido de que el concepto de trabajo es relativo a cada concepción del mundo y en cada período histórico.

La actuación, el vivir, el desempeñar un papel específico, el trabajar, suponen, pues, la adquisición de las habilidades o destrezas y actitudes para la vigencia, satisfacción de las necesidades, desarrollo y/o caducidad de la formación económico-social, a nivel de sus fuerzas productivas, de sus relaciones de producción y de su ordenamiento social, político-estatal y de su sistema ideológico, lo cual significa la formación, por ejemplo, de cazadores, agricultores, artesanos, obreros, técnicos, administradores, comerciantes, economistas, relacionistas industriales, abogados, secretarios, periodistas o comunicadores, militares, burócratas o trabajadores del Estado, educadores, artistas, religiosos, científicos, políticos, filósofos, etc.: explotadores y explotados en formaciones económico-sociales cuyas relaciones de producción son de explotación del hombre por el hombre.

La educación es, pues, en sentido general, la formación del hombre de acuerdo con una determinada concepción del mundo, de una determinada ideología: formación, no sólo como proceso (acción espontánea o sistemática) sino también como punto de llegada, meta, objetivo o finalidad (adquisición de una determinada concepción del mundo, ideología, y de las destrezas, habilidades o actitudes concordantes con esa concepción, para actuar, vivir, desempeñar un papel específico, trabajar, en la formación económico-social a la que se pertenece y/o por la que se lucha).

La expresión "En formaciones económico-sociales clasistas la educación es clasista y, por tanto, es el proceso sistemático consistente en formar al hombre según la concepción del mundo de la clase que se encuentra en el poder, a fin de que actúe según esa concepción. En formaciones económico-sociales clasistas, las clases dominadas realizan, también, proceso educativo sistemático, mas no es el imperante", encierra el sentido general del concepto de educación ya analizado, pero lo remite a la situación particular de las formaciones económico-sociales clasistas: deja la acción educativa de ser espontánea, homogénea, como en la Comunidad Primitiva, para convertirse en sistemática, específicamente organizada, discriminada y discriminatoria, según las clases sociales; el contenido educativo que impera para formar hombres que puedan actuar, desempeñar una función, trabajar, de acuerdo con una concepción del mundo, se deriva e impone de la concepción del mundo de la clase que detenta el poder, que domina la sociedad clasista; predomina, entonces, la educación que imparte la clase dominante; y existe, por ende, la educación que organizan las clases dominadas en sus dos formas, ESCE y ESCNE, en diferentes modalidades, pero no impera.

Este concepto de educación tiene una expresión mucho más resumida cuando se dice que la educación es la acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre el hombre para que adquiera una concepción del mundo y actúe, desempeñe una función, acorde con esa concepción, como integrante de una formación económico-social determinada.

Ese es en esencia, el concepto de educación, el mismo que hace explícitas sus clases, formas y carácter. Así, podemos referirnos a la educación espontánea de la comunidad primitiva, pasada o actual, y a la educación sistemática clasista, idealista y materialista, del esclavismo, del feudalismo, del capitalismo y del socialismo.

La educación idealista, en sus manifestaciones concretas esclavista, feudal y burguesa, por ser, en esencia, el proceso de adquisición de la concepción del mundo idealista para que los hombres actúen, desempeñe un rol, trabajen, de acuerdo con ella, es una educación que produce hombres de concepción y actitudes distorsionadas, no concordantes con la verdad objetiva, reflejo de la realidad objetiva. Mas, esa concepción del mundo se presenta, contradictoriamente, como la única verdadera cuando, al ser esgrimida y asimilada de modo compulsivo, la utiliza y propaga la clase poseedora, minoritaria y dominante en el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo. Esto explica que, para la burguesía dominante, por ejemplo, la única y verdadera educación sea la correspondiente a la concepción idealista del mundo actual en sus diversas manifestaciones filosóficas; y que se tome en extrema consideración las reformas burguesas de la educación para ponerles la etiqueta de "nueva educación", tanto en sus expresiones metodológicas cuanto en las doctrinarias.

La educación materialista, manifestada de modo concreto en los países auténticamente socialistas del mundo actual, por ser, en esencia, la acción que se ejerce sobre los hombres para que adquieran la concepción materialista del mundo cuya médula es el materialismo dialéctico e histórico y actúen, cumplan una función, trabajen de acuerdo a ella, es una educación que produce hombres de concepción y actitudes no distorsionadas, concordantes con la verdad objetiva, reflejo de la realidad objetiva. Esta, sí, es la verdadera nueva educación. Al producir los hombres dentro de una sociedad cuya base o estructura económica (relaciones de producción) va eliminando, hasta hacerla nula, la propiedad privada de los medios de producción y al asimilar, mediante el proceso educativo, la concepción materialista, científica, del mundo, asistimos, sí, al surgimiento de hombres formados de modo armónico, integral, completo.

 

 

Biografía

 

Dr. Álvaro Villavicencio Whittembury

 

Doctor en Educación, profesor emérito de la Universidad Nacional “Enrique Guzmán y Valle” (La Cantuta) y de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, instituciones donde trabajó como docente en el campo de la educación y dirigió centros de formación de Maestros, incluidos los correspondientes a la práctica profesional. Ha sido director de la Escuela de Posgrado y Rector (A.I.) de la Universidad "La Cantuta".

En 1954 se inició como docente en la Escuela Nº 111 de Cajabamba, su tierra natal. En 1966 fue profesor del Instituto Experimental de Educación Nº 6 de Lima y de la Universidad Peruana de Ciencias y Tecnología, hoy Universidad Particular Ricardo Palma.

Ha viajado a Puerto Rico y Estados Unidos de Norteamérica (USA) para perfeccionarse en educación (1955-1956); a México y USA para investigar asuntos educacionales (1985, 1996, 1997, 1999 y 2000); a la República Popular China como periodista e investigador de la educación (1979-1980); y a Italia para intervenir en jornadas sobre derechos humanos, invitado por Amnistía Internacional (1996).

Colabora como periodista eventual en diarios y revistas especializadas de Lima.

Entre otros textos, ha publicado los siguientes: "El esquema de aprendizaje"  (1962), "Acerca del concepto de educación"  (1978), "Apuntes y transcripciones para una historia y  filosofía de la educación"  (1983), “El régimen de créditos” (Revista de la UNE, 1967), “El perfil profesional y el plan curricular” (Revista de la UNE, 1982), "Educación, ideas básicas" (2001), y “Teoría General de la Educación”, (2010).

 Actualmente vive en Villa Toledo (Colca), Cieneguilla, Lima- Perú.

 

 



[1] Álvaro Villavicencio, Acerca del Concepto de Educación (Cuestiones fundamentales de la Pedagogía) Pág. 86. Editorial Los Kantus. 1978.

[2] Ex catedrático de la UNE.

domingo, 7 de febrero de 2021

Entrevista a Efraín Morote Best

Entrevista a Efraín Morote Best[1]

Cultura popular, cultura andina y tradiciones populares



 

Por Alejandro Melgar

 

Dr. Morote, ¿Cuáles son las diferencias que hay entre folklore, cultura popular y cultura andina?

Ud. me habla de tres categorías distintas y vinculadas, ninguna de ellas unívoca. El término folklore expresa dos conceptos básicos diferentes y complementarios. De un lado, designa el conjunto de valores espirituales y materiales fruto de la vicisitud histórica del Pueblo; del Pueblo con mayúscula, es decir, de la clase social productora y despojada; de otro lado, nombra a la ciencia histórico-social específica que trata de determinar las leyes de surgimiento, desarrollo y extinción de esos valores espirituales y materiales, real o aparentemente fiadores de la existencia humana, pero, en todo caso integrantes de aquel patrimonio histórico-social conocido también con el nombre de tradiciones populares.

Al decir "dos conceptos básicos", estoy advirtiendo que hay otras significaciones. Cierto sector social, por ejemplo, utiliza el vocablo folklore o su derivado: folklórico para señalar lo ridículo, lo grotesco, lo tosco, y deslucido en la conducta, el lenguaje y hasta la apariencia exterior de individuos de su propia camada. Aquí, en el fondo, se trata de un giro especial en el modo de hablar (y, desde luego, de pensar) de ese vulgo pequeño burgués cuasialfabeto o parailustrado que disfraza su miedo al Pueblo, con la burla y el menosprecio. Es un asunto de mentalidad de clase, de clase social.

Cultura Popular, locución que no me es de uso, entiendo que significa el conjunto de valores más o menos democráticas y socialistas de las masas explotadas y oprimidas, en contraposición con la cultura burguesa (o en nuestro caso, feudal-burguesa) dominante, que busca la perpetuación de sus ventajas basadas en la injusticia social y que, con tal propósito, utiliza, con idéntico denuedo, el pupitre o la cátedra, la tribuna o el confesionario, el púlpito o el libro, el periódico o la televisión, el soborno o el asesinato. En este sentido, la expresión cultura popular tiene para mí ciertas connotaciones político-sociales, como el término folklore las suyas estrictamente científicas o zafiamente vulgares.

Cultura andina es, según percibo, una categoría en desarrollo; una categoría instrumental tendente a abstraer lo que de nativo común o compartido hay en lo diverso de los valores espirituales y materiales del área geográfica-histórico-social a la que alude.

Resulta obvio que al transmitirle estas ideas asumo una posición, lo que significa que hay otras que advierten la multivocidad.

 

¿Qué relación halla usted entre folklore y cambio social?

El folklore es una disciplina histórico-proyectiva. Estudia cosas vivas venidas de tiempos muertos, pero las estudia no para regodearse con la contemplación de ellas o con un sistemático examen y quedarse allí, sino para junto con otras disciplinas contribuir al aceleramiento del cambio social.

El cambio, todos lo sabemos, es el salto de una fase de desarrollo social de la sociedad de clases a otra, cualitativamente superior. Este proceso, sometido a leyes, puede adelantarse o retrasarse, pero es necesario, vale decir, ineludible. Se retrasa, por lo común, debido al poco desarrollo de la fuerzas productivas y a la resistencia que opone la clase reaccionaria utilizando mil medios, principalmente los criminales, ya que su aspiración suprema es evitar el paso del poder de sus manos a las del pueblo. Se acelera con el desarrollo de esas fuerzas productivas, con la maduración de la conciencia social, con el agudizamiento de las injustas relaciones de producción, con la adicción de la ferocidad represiva del Estado, en cuyo caso, como es normal que suceda, la lucha de clases deviene en violencia abierta que acaba cabal y definitivamente con la clase explotadora y su enorme maquinaria represiva expresada en las órganos del Estado reaccionario.

Si el folklore es una disciplina histórica-proyectiva que, precisamente, estudia el patrimonio del pueblo, si el cambio social es un paso tajante y necesario de una vieja calidad a otra nueva; si ese tránsito puede adelantarse o retrasarse en su advenimiento y si el sector positivo del patrimonio popular es parte de las armas que el pueblo pone al servicio de su lucha de liberación; si todo esto acontece, como es cierto que es así, el vínculo entre folklore y cambio social se hace muy visible.

El correcto manejo del patrimonio tradicional del pueblo puede contribuir, y contribuye, al aceleramiento del proceso; el incorrecto manejo, a su retraso.

Pero algo más, y muy importante: producido el cambio social, las tradiciones populares purificadas por una concepción científica del mundo, sirven para descubrir y mostrar la genuina identidad nacional; identidad totalmente alejada del nacionalismo chauvinista, patriotero, y siempre tragicómico que la reacción emplea como otra arma de lucha, esta vez para engañar, para confundir.

Nosotros, dije alguna vez, solo podemos ser nosotros mismos; pero también somos la Humanidad; una Humanidad que se enriquecerá con nuestras peculiaridades fuertes, útiles, honradas, hermosas y se deleitará auténticamente con ellas.

 

Usted tiene un trabajo publicado sobre Antropología en el que sostiene la existencia de cinco principios...

Entiendo que se refiere al discurso sobre la Antropología. La primera edición se la hizo en Huamanga, la segunda en Huancayo, en las facultades de ciencias sociales de las universidades respectivas.

Sostengo cinco proposiciones que enuncian otros tantos principios de las ciencias histórico-sociales: los de Unidad, Compromiso, Identificación, Definición y Acción, que, al final, se resumen en una fórmula: Las ciencias sociales son ciencias altamente comprometidas y sus labradores sirven, explícita o implícitamente, las causas del inmovilismo, de la reforma o del cambio, debiendo anotarse que el inmovilismo es una forma de necrofilia con cada vez más escasos adictos y que el reformismo es una costurería remendataria de ineficacia probada. Yo, desde luego, me defino por el cambio. No puede ser de otra manera, si vivo en el país en el que vivo; un país injustamente desdichado, pero en cuyo brillante futuro confío.

 

También tiene otras publicaciones...

Sí; cerca de cien trabajos publicados aquí y allá, con buena fortuna o sin ella. Estos trabajos aparecen en libros, folletos, revistas y alguna enciclopedia. Pero, tal vez, lo que más interesa es lo que hoy se hace que lo que ayer se hizo.

 

¿Qué nos puede decir sobre Ayacucho, nuestra tierra?

Sigo viéndola como una víctima propiciatoria del cambio social en el Perú, en América y en los pueblos pobres del mundo.

 

Algunas palabras finales para la juventud.

... Solo puedo, o, más bien, debo dirigirme a la juventud peruana que, desde el lugar donde se halle, entrega sus energías, y a veces su propia vida, a la lucha por el cambio, que trae la liberación nacional, el progreso social y la paz: que aquilate muy seriamente su enorme tarea, puesto que esa es la única manera de pagar con buena moneda la gran deuda que contrajo al haber nacido ahora, y aquí. Vivimos en un país inverosímil, que merece ser redimido. Que puede ser redimido. Que debe ser redimido. Que, a pesar de todo, será redimido.

 

EFRAÍN MOROTE BEST (1921 – 1991)

Nace en Ayacucho un 8 de julio de 1921, fue un estudioso del folklore peruano. Y reconocido como uno de los precursores de la antropología peruana.

Nació en la ciudad de Huamanga (Ayacucho). Fue su lengua materna el inglés o el francés. Siendo adulto, se trasladó al Cusco para estudiar en la Universidad de San Antonio Abad de dicha ciudad, donde obtuvo los grados académicos de bachiller en Humanidades y de doctor en Historia. Luego estudió Derecho en las Universidades Nacionales de Arequipa y Trujillo.

Entre los cargos que en vida tuvo, podemos mencionar que fue director de la revista Tradición, catedrático de folclore de la Universidad, presidente de la Sociedad Peruana de Folklore, coordinador de las Escuelas Bilingües del Ministerio Pública, Rector de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, personero del Consejo Inter Universitario y luego delegado del CONUP para la reorganización de la Universidad Nacional del Centro del Perú en Huancayo, etc.

Realizó una infatigable labor de investigación folclórica y de rescate de tradiciones populares en muchos puntos del territorio peruano. Como prueba de ello, dejó un valioso registro de publicaciones y trabajos de recolección y análisis. Resulta particularmente encomiable la rigurosidad científica con la que llevó a cabo sus proyectos.

 

Fuente: http://miguel.guzman.free.fr/Runapacha/entrevistamorote.htm

 

DECÍA EL DR. MOROTE QUE A LA UNIVERSIDAD “SE VIENE A ENRIQUECERLA Y NO A ENRIQUECERSE, A PAGAR DEUDAS Y NO A COBRARLAS, A SEMBRAR Y NO A COSECHAR”. JAMÁS DESCUIDÓ LA ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN LAS AULAS UNIVERSITARIAS...

 El Dr. Efraín Morote Best fue ayacuchano, huamanguino de nacimiento, estudió en Ayacucho y en el Cusco, se graduó en las universidades de Cusco, Arequipa y Trujillo, ejerció la docencia por más de treinta años y fue rector de la Universidad San Cristóbal de Huamanga.

Tuvo altos cargos en 28 instituciones académicas de América, Europa y Asia (como presidente honorario, presidente académico de orden, miembro honorario, miembro correspondiente, etc.) y ha dictado cursos y conferencias magistrales en representación del Perú en esos tres continentes.

Vivió una infancia en una época de honda depresión económica; por motivos familiares, tuvo contacto con los campesinos pauperizados, su primera lengua es el quechua y no el español, los campesinos fueron sus primeros maestros. Estuvo influenciado por el Neoindigenismo en el Cusco; orientado básicamente hacia el folklore; por intelectuales de la época como el maestro el Dr. Víctor Navarro del Águila, los incesantes diálogos con él y con sus compañeros del Grupo Guamán Poma, primero, y del Grupo Tradición, después, las ansiosas lecturas de fuentes escritas sobre la historia de América y del mundo; de obras de Filosofía, de Antropología, de Sociología, de Economía y de abundante gama de obras literarias de diversos países y épocas, fue ampliando su visión del mundo. También asumió la cátedra de Folklore en la Universidad San Antonio Abad del Cusco.

EN OTRO MOMENTO LO VEMOS LIGADO ESTRECHAMENTE CON LA ENORME RESPONSABILIDAD EN LA CONSTRUCCIÓN, EL DESARROLLO, EL FORTALECIMIENTO Y LA DEFENSA DE LA UNIVERSIDAD. Esta tarea no fue nada fácil, pues la Universidad de Huamanga, desde el momento de reiniciar sus funciones académicas, se debatió en una lucha constante por los magros presupuestos asignados por el Estado y la permanente satanización que atentaba contra el funcionamiento de esta Universidad. Durante los diez años insistió duramente a quienes querían servirse de ella y no servirla.

DECÍA EL DR. MOROTE QUE A LA UNIVERSIDAD “SE VIENE A ENRIQUECERLA Y NO A ENRIQUECERSE, A PAGAR DEUDAS Y NO A COBRARLAS, A SEMBRAR Y NO A COSECHAR”. JAMÁS DESCUIDÓ LA ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN LAS AULAS UNIVERSITARIAS.

Tuvo a su cargo, de acuerdo a los planes de estudio, las asignaturas de Folklore, de Metodología y Etnología Amazónica, entre otras. Se pronunció contra la utilización de la cátedra para conseguir posiciones políticas o fortunas personales; en fin, remarco que la Universidad no tiene sentido el “favor”, “el regalo”, la “recomendación”.

APORTES AL FOLKLORE. Su aporte es al conocimiento de la cultura popular, a la historia oral y escrita de nuestros pueblos, así como al desarrollo conceptual de las Ciencias Sociales y en especial del Folklore, donde nos dice: EL FOLKLORE “ES UN SECTOR ESPECÍFICO DE LAS CIENCIAS HISTÓRICO-SOCIALES QUE BUSCA DETERMINAR LAS LEYES DE SURGIMIENTO, DESARROLLO Y EXTINCIÓN DE LAS TRADICIONES POPULARES”.

ES DESTACABLE LOS SEIS PRINCIPIOS QUE RIGEN EN EL CAMPO DE ESTAS CIENCIAS; DEBEN SER ARTICULADAS: EL PRINCIPIO DE UNIDAD, EL PRINCIPIO DE COMPROMISO, EL PRINCIPIO DE CLASE, EL PRINCIPIO DE IDENTIFICACIÓN, EL PRINCIPIO DE DEFINICIÓN Y EL PRINCIPIO DE ACCIÓN. SU PREOCUPACIÓN EN EL FOLKLORE PASÓ POR EL TRABAJO DE REGISTRAR, CLASIFICAR, ANALIZAR, INTERPRETAR, Y GENERALIZAR EXPRESIONES Y ESENCIAS DE LA CULTURA. PARTICIPÓ ACTIVAMENTE EN LOS CONGRESOS DE FOLKLORE.

PRODUCCIÓN INTELECTUAL Fue parte de ese movimiento cultural que surgió en el Cusco en la década del 50 con la revista Tradición, órgano del Grupo Tradición del Perú, la Sociedad peruana de folklore, que edito también su Boletín y después los Archivos Peruanos de Folklore y organizó el Comité Permanente de Conceptualización en Folklore.

Su producción intelectual está en sus obras publicadas y de recopilación: Aldeas Sumergidas, Pueblo y Universidad y El Nakaq.

El Dr. Efraín Morote Best pertenece a la gran familia de los más distinguidos intelectuales del mundo peruano y latinoamericano, como lo son José María Arguedas, Cesar Guardia Mayorga, Josafat Roel Pineda, Luís E. Valcárcel, Juan José Vega, Rodrigo Montoya, Mildred Merino, Manuel Acosta Ojeda y entre otros estudiosos del Folclore. El maestro dejó de pensar el 7 de abril de 1989.

_________________________________________ 

 

* Extraído del Libro “Pueblo y Universidad” por Víctor Huaylla Quispe.



[1] El 12 de julio de 1987, el diario "Cambio", en Lima, publicó la entrevista que Alejandro Melgar hiciera al Dr. Efraín Morote Best, y que a continuación extractamos.

Entrevista a Víctor Mazzi

Entrevista a Víctor Mazzi[1]

La poesía del proletariado

 


Por Ricardo Gonzáles Vigil

 

¿Qué entiende usted por poesía proletaria?

La poesía proletaria exterioriza una concepción y una perspectiva estético-ideológica que corresponde al proletariado ya que expresa las experiencias de la clase obrera. Hay que tener en cuenta que todos los escritores que se han denominado “literatos nacionales”, en realidad, no encarnan a la mayoría. Bien sabemos que los sentimientos son comunes a todas las personas, pero las características son diferentes y perfilan una fisonomía clasista. Como muestra pensemos que cuando un familiar de un proletario muere, este se pone a llorar con una desesperación y angustia que no se puede permitir en otras clases; entre las clases burguesas la muerte tiene un sentido de apariencia, es decir el deudo se pone a decepcionar los pésames y a mantener las apariencias en todo. Lo mismo ocurre en el amor, en el dolor; sus características determinan el apartamiento de las clases. Todo esto exige que la clase trabajadora tenga sus aedas que trasunten sus sentimientos y los hagan accesibles a la gente que conforma la clase proletaria, ya que la poesía en boga o más publicitada no es accesible a las masas.

 

¿El concepto de proletariado incluiría al campesinado, ya que la gran mayoría de peruanos siguen siendo campesinos?

Las expresiones del campo no son las de la ciudad. La poesía proletaria trae una conciencia de clase y la poesía indigenista, como nos la recuerda Mariátegui, no fue hecha por indígenas, en cambio, la poesía proletaria es hecha por los mismos obreros.

 

Pero en su antología incluye poetas que no son de extracción obrera y que no han transcurrido su vida en oficios proletarios.

El poeta es proletario por extracción o por posición. Si adopta la conciencia de clase, está inmerso en los problemas del proletariado. Existiría pues un proletariado fabril y un proletariado intelectual.

 

¿Es lo mismo hablar de poesía proletaria y poesía revolucionaria?

Bueno, en algunos aspectos sí, porque no puede estar alejada de la acción política, pero no se puede identificar la poesía proletaria con la poesía política. La poesía política siempre trasunta una expresión partidaria; la poesía proletaria en cambio, sin dejar de ser política, no se identifica con una actitud partidarista sino con las necesidades de expresión de la clase obrera.

 

Etapas de la poesía proletaria peruana

 

¿Cómo logró determinar la existencia de “anticipadores” y de “cursores” de la poesía proletaria peruana, de acuerdo al esquema que presenta Ud. en su antología?

En principio, soy un estudioso de la literatura peruana. El proletariado no ha existido solamente a partir de la revolución industrial, sino desde mucho antes (tenemos el movimiento de Espartaco 80 años antes de Cristo, en el que intervinieron albañiles, pescadores, es decir hombres pertenecientes al proletariado sin saberlo). Al estudiar las obras y las biografías de Juan del Valle y Caviedes, Gabriel Aguilar y Nalvarte, y Constantino Carrasco me di cuenta de que eran precursores de la literatura proletaria; Caviedes, por ejemplo, había sido un obrero, aunque claro en esa época no estaba sistematizada la noción de clase. En cuanto a los cursores, observé que se había escrito mucho sobre el proletariado en 1912; uno de los textos que recuerdo es una oda a los obreros escrita por José Gálvez Barrenechea. Este poema no tenía una visión total de lo que es el proletariado. Lo mismo ocurre con la generación de 1920, con Serafín Delmar, Magda Portal, Nicanor de la Fuente y otros que trataron de hacer una poesía cercana a la visión de la clase obrera, pero no lograron penetrar a fondo en la actividad y sentimientos de la clase trabajadora peruana. Todo esto me hace hablar de cursores a partir de los postulados estéticos y políticos que trazó José Carlos Mariátegui y más profundamente César Vallejo; si bien ellos no fueron obreros, estuvieron al servicio de la ideología de la clase obrera y, por lo tanto, son proletarios por posición.

 

La mayoría de los autores posteriores han participado en el Grupo Intelectual “Primero de Mayo”. ¿Cómo se gestó esta asociación?

Podemos decir que en Chosica se originó la idea de reunir a los escritores de la clase obrera, dado que acá nos encontramos tres trabajadores que hacíamos versos: José Guerra Peñaloza, Carlos Loayza y yo; en 1947 ya trazamos un esbozo de lo que podría ser más tarde la poesía proletaria. Luego fui a trabajar a Paucartambo, donde me encontré con escritores obreros y en 1950 instituimos el grupo “Tierra y Libertad”, con Víctor Ladera Prieto, Eusebio Arias Vivanco, Sócrates Morales y otros. Después pudimos reencontrarnos en 1956 en Lima, y conocimos a otros escritores como Leoncio Bueno y dimos fundación al Grupo Intelectual “Primero de Mayo”. Se elaboró un programa de principios que está vigente. Actualmente agrupa a 35 escritores, 13 de ellos bastantes jóvenes. Tenemos filiales en Tacna, Cusco, Piura, Chiclayo, Jauja, Huancayo, y otras ciudades del país. El Grupo “Primero de Mayo” ha leído una serie de autores que le crearon la conciencia de una corriente proletaria; el grupo Boedo de Argentina, diversos autores latinoamericanos y norteamericanos cercanos a la clase obrera, los poetas obreros españoles –entre ellos, la figura de Miguel Hernández-. Y creo que es la primera vez que una entidad se ha logrado mantener, porque el grupo Boedo no duró más de diez años. Estamos en constante correspondencia con escritores obreros de otros países.

 


POESIA AL TRABAJO

Porque somos

lo que por nosotros somos

en cada jornada diaria,

porque estamos

cuan presto estamos llenos

de dolor y de ternura,

porque luchamos

donde luchamos por la conquista

del pan y la belleza,

porque pensamos

lo que pensamos de esta sociedad

dividida en clases,

porque tenemos

el orgullo que tenemos de ser

sostenedores del orbe,

porque soñamos

con lo que realmente soñamos

por un futuro no lejano

y porque no olvidamos

a nuestros compañeros caídos

en la brega y el combate,

y pongámonos de pie

para celebrar el día nuestro

(Pero entonando LA INTERNACIONAL)

 

LA HUELGA

 

La huelga,

compañero,

no es ponerse a mirar la luna

ni entrecerrar los párpados

esperando el maná del cielo.

 

La huelga,

miradlo,

es una boca enorme de clamores,

el pecho dispuesto a la lid

entre un bosque de pancartas.

 

La huelga,

compañero,

no es pedir centavos por caridad

ni regatear algunas migajas

a la tenebrosa voluntad del amo.

 

La huelga,

decidlo,

es un muro de voces coléricas,

un levantamiento de puños

y una toma de calles y plazas.

 

La huelga,

camarada,

es una poderosa arma del pueblo.



[1] Entrevista realizada el 6 de marzo de 1977.

Entrevista a Alejandro Melgar Vásquez

Entrevista a Alejandro Melgar Vásquez[1]

 “El artista popular debe ser un elemento coadyuvante del proceso de la lucha de clases”[2] 


Por: Revista Qatarisun[3]

¿Cómo podríamos valorar la política educativa del gobierno y cómo afecta al desarrollo de nuestro país?

Desde los gobiernos anteriores, hay una aparente preocupación por la infraestructura, aparente digo porque en la época de Fujimori por ejemplo, se hicieron muchos colegios que luego se han ido cayendo porque no lo han hecho con el basamento técnico del caso, pero en lo que se refiere propiamente a la orientación educativa, indudablemente responde, como siempre, a intereses elitistas con los problemas que ello acarrea, y ya sabemos que se le pretende privatizar o municipalizar, pero en términos generales, tratando de ir al meollo del tema, tenemos la observación, entre otras, de que con relación a décadas anteriores se ha restado importancia a lo que es filosofía y ciencias sociales (lo mismo que ha ocurrido en la universidades públicas); esto significa de que los alumnos "no deben" conocer la realidad, lo cual es preocupante, porque este desconocimiento de la realidad, afecta luego en el desarrollo del país; el maltrato salarial a los docentes y padres de familia también repercute en la buena educación y en el desarrollo del país. Es bueno esto de los "colegios emblemáticos", siempre y cuando no se reduzca a la inauguración de las fachadas, porque es más importante su sostenibilidad estructural en el tiempo: me refiero a su estructura física, pero principalmente a la académica, a sus contenidos y valores; y que por ser emblemáticos no propicien el elitismo; todos los centros educativos del país deben ser emblemáticos.

 

Fujimori en los 90 intervino las universidades públicas, so pretexto de la lucha contra el terrorismo, el perjuicio causado a los estudiantes, trabajadores y docentes es bastante evidente, ¿qué lección podemos sacar de todo ello?

Es lamentable que profesionales, intelectuales que se decían de izquierda hayan desfilado bajo las botas de Fujimori y Montesinos, lo que significa que no hubo una consistencia intelectual, una consistencia en sus supuestas ideologías, y la lección que podríamos extraer ahora es entonces que se debe pugnar por un desarrollo adecuado y correcto de la conciencia social, si no hay un desarrollo de la conciencia y si no hay una práctica concordante con esa conciencia, entonces vamos a seguir siendo presa de la agresión y de los intereses de los gobernantes de turno como Fujimori y de los intereses transnacionales.

 

Tenemos conocimiento de que usted  también ha sido víctima de la política represiva de la dictadura fujimorista, ¿qué nos podría comentar acerca de ello?

He sido víctima, como otros, en más de un aspecto, pero solo les contaré de que al hacerme la liquidación la ONP que es el organismo que regula las pensiones de los cesantes y jubilados y que Fujimori lo controlaba, no me ha considerado para fines pensionarios mis años de contratado a pesar de que en mis años de contratado me han descontado para fines pensionarios -o sea que estoy recibiendo mi pensión recortada- esto por supuesto es una agresión y estoy hasta ahora sufriendo este injusto recorte y sigo obviamente luchando haciendo uso de los instrumentos legales existentes para que se me restituyan mis legítimos derechos, pero en fin, este es un caso particular que aquí no tiene importancia; sin embargo, lo que puedo decir en general, en plural, es que no hay que cejar, no debemos descansar hasta lograr nuestro cometido, cuando hay agresiones de por medio, no podemos darle el gusto de que cometan este tipo de atropellos u otros.

 

Antes de tocar el tema universitario, ¿cómo se podría caracterizar a la sociedad peruana?

Bueno, un análisis sociológico minucioso, podría desarrollar seguramente con más luces este punto que es tan complejo y controvertido, pero de mi parte solo voy a hacer algunos breves alcances sobre lo que ya se sabe: que a la economía feudal y colonial legada por los españoles, se superpuso la economía neocolonial imperialista inglesa primero y luego norteamericana, configurándose así una formación socioeconómica semifeudal - semicolonial, tal como nos lo sustentó correctamente José Carlos Mariátegui, caracterización que, por lo demás, quedó incólume hasta fines de los años 60 en que Velasco Alvarado implementó ciertas medidas, que aunque para unos era revolucionario y para otros reformista, respondía más bien al denominado Plan Cóndor diseñado para todo Latinoamérica por los Estados Unidos, para "adelantarse a la revolución" aspirada por los diversos pueblos de la región, influidos por la experiencia cubana, especialmente en lo relativo al problema agrario y de los enclaves mineros, tal como efectivamente ocurría en las demandas populares en el Perú. Estas medidas implementadas por Velasco afectaron solo eventualmente a través de las nacionalizaciones, cooperativizaciones, etc. a los latifundios serranos y costeños, pero especialmente estos últimos, luego de una serie de tiras y aflojes a lo largo de los años han sido revertidos a su condición de grandes propiedades o empresas privadas; y de manera similar, en lugar de ciertas empresas mineras y petroleras casi vacías de tanto uso que habían sido nacionalizadas, se hizo entrega de nuevos yacimientos mineros y petrolíferos. Nosotros que somos mayores que ustedes, hemos observado que las políticas generales y las políticas económicas a lo largo de estas últimas décadas han fluctuado pues entre dos líneas aparentemente contrapuestas que no son sino la cara y el sello, los dos rostros de una misma moneda; en el sentido de que por un lado se propicia un estatismo, un nacionalismo aparentemente y por otra parte un privatismo; se remata los bienes públicos cuando se privatiza y cuando se nacionaliza, en cambio, se sobrepaga, se remata o se sobrepaga y al final vamos a tener un problema de que siempre quien sale perdiendo es el propio pueblo porque es el pueblo el que lo paga con sus impuestos, y en todo caso, es el dueño de las riquezas que tiene el país, aunque están mal administrado por los gobiernos de turno. Como parte de ese fenómeno de las dos caras vemos que sobre todo estos últimos gobiernos que son neoliberales entre comillas porque en realidad son neocoloniales, son más proclives a la privatización; dicho sea de paso dónde están ¿los siete mil millones de dólares de las privatizaciones y los 9 mil millones de los aportantes de FONAVI que ha festinado Fujimori y Montesinos?, creo que los periódicos se han encargado de decir que la mayor parte de esa plata estos señores se lo han llevado a sus bolsillos. Pero en todo esto, en realidad, está de por medio un modelo que viene de los países hegemónicos, o sea del imperialismo, cual es, el hacer de que nuestros países se corrompan y se empobrezcan y que dependamos cada vez más de estos grupos de poder internacionales y que se destrocen nuestras economías nativas, que dependamos más de ellos a través de las importaciones y del endeudamiento, y no es gratuito, por ejemplo, la dación de la última ley de recursos hídricos, que es prominera: yo he estado personalmente en el momento en que se aprobó esa ley, por si acaso a mí no me lo cuentan, al momento en que discutieron y aprobaron esta ley yo estuve en las galerías a las que subieron unos señores altos gringos colorado, gordos, que parecían unos cerdos, evidentemente fueron a controlar cómo era la votación: no puedo dejar de interpretar que eran o que son representantes de las mineras; la ley anterior, con todas sus limitaciones, la ley de la época de Velasco, era una ley agrarista, pro agraria concordante con la tradición agraria del país donde quien administraba era el estado, aunque lo administraba muy mal, pero donde tenía participación el regante, el campesino, el agricultor para exigir sus derechos, era un tira y afloja con el estado; pero según la estructura de la nueva ley, en el directorio están el ministerio de energía y minas y están las mineras, eso nos configura de cómo estamos ya en un proyecto distinto de parte de estos gobiernos denominados neoliberales: destrozar aún más nuestra economía de tradición agraria e impulsar una economía de extracción minera, que va a aparentar un boom pero que ya sabemos que la distribución va a ser totalmente inequitativa y va a depredar, va a destrozar, no sólo nuestra economía; sino nuestros recursos, nuestra agricultura, nuestros bosques, nuestra naturaleza, nuestra aguas, nuestras fuentes hídricas, y hay que decir, tal como se ha observado a nivel general y en nuestra propia realidad, que los pueblos en los cuales se impulsa la minería no tienen beneficios directos, hablando en términos generales, los beneficios se difuminan, se van, ya se sabe a dónde; y bueno, se evidencia de que no hay una preocupación por desarrollar nuestras fuerzas productivas, nuestro mercado interno, sino de implementar una política, dependiente, neocolonial.

 

Sabemos que la universidad ha tenido todo un proceso de desarrollo y transformación desde la época de Mariátegui. ¿Cuál sería la caracterización de la universidad y cuáles serían los fines que las clases dominantes persiguen con la universidad?

En ese complicado contexto que acabamos de resumir, se ubica la situación de la universidad peruana (su dinámica, su problemática, su perfil, sus retos, sus posibilidades) que trataremos también de resumir. Bien, en la época de Mariátegui, no obstante, haber transcurrido un siglo del proceso independentista respecto a España, las universidades, especialmente de Lima y del norte, mantenían ese sello oligárquico -feudalizante en su forma y en su contenido, que fue siendo matizado paulatinamente por la modernidad "liberal", con algunas nuevas voces como Porras Barrenechea, Luis Alberto Sánchez, etc., pero también por intelectuales relativamente independientes, progresistas y más peruanistas como Luis Valcárcel y Jorge Basadre, por añadidura sureños, y otros, pero todos muy destacados y ubicados en el Movimiento de la Reforma Universitaria que coincidían con el denominado "Grito de Córdova" y que empezaron a oxigenar en algo el ambiente rancio imperante; pero es precisamente Mariátegui, desde una posición más bien a-universitaria o antiuniversitaria que le da con su crítica marxista más aire fresco a ese ambiente feudal burgués y al ambiente intelectual, en general y que, con el transcurrir de las décadas, y en pugna con la ideas antes reformistas y devenidas en derechistas como las del APRA, fue haciéndose presente cada vez más en la voz de nuevos líderes estudiantiles e intelectuales como un complemento imprescindible a su temprana acción renovadora en el ámbito obrero, campesino y social en general; pero tenemos además el caso del también sureño César Guardia Mayorga, que prologa uno de los libros de Mariátegui, que será el primero en dictar la cátedra de Materialismo dialéctico e Histórico en las universidades, creo que por los años 50 o 60; sin embargo, hay que decir que el desarrollo de la universidad no se reduce solo a este aspecto ideológico o filosófico, pues hay que recordar que desde Hipólito Unánue y otros, desde fines del siglo XVIII, se van incorporando materias relacionadas con las ciencias, y en la propia época de Mariátegui se dará impulso a las especialidades agraria y minera a través de sus respectivas Escuelas que luego se convirtieron en ingenierías, concordantes precisamente con las dos líneas de producción y modelos económicos que anterior y ulteriormente se hallan paradigmáticamente ubicados en el centro de la disyuntiva económica y política y que se prolonga hasta la actualidad: impulso de una agricultura y de una industria nacionales y de una economía amplia pero priorizando el mercado interno, o, por otra parte, economía primaria contaminante de exportación de minerales, neocolonial - imperializada con TLCs que benefician sólo a pocos y perjudica a muchos. Bueno, en esta crucial opción o situación, yo no sé cómo anda la universidad: hay, creo, como cien especialidades, varias de ellas, por cierto, muy interesantes, pero creo que son pocas las relacionadas con el desarrollo de las fuerzas productivas del país y con el desarrollo de la conciencias social que impulse esta perspectiva de desarrollo socioeconómico a pequeño, mediano y largo plazo. En esta controversia no solamente están el estado que tiene su propia opción relativamente resuelta a través principalmente de ciertas universidades particulares, o, por otra parte, un sector de estudiantes, intelectuales o del pueblo que quieren una universidad nueva científica, humanista (o humanística), democrática, popular y nacional que garantice el futuro histórico del país; lamentablemente creo que en tercer lugar, hay una mayoría que está al margen de esta disyuntiva y de esta preocupación y que en todo caso ese es el problema principal. Espero equivocarme.

 

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿qué tipo de profesional, intelectual salen de estas universidades?

En el caso de las universidades, siempre ha habido un problema, las universidades siendo parte de la superestructura de cada sociedad, siendo instituciones hasta cierto punto oficiales, son conminadas para que los profesionales que egresen de estos centros de estudios, estén al servicio del sistema; pero en la propia universidad así como en la propia sociedad se crea el germen de su propia contradicción, entonces van a venir ideas distintas a través de un análisis adecuado de la sociedad y es cuestión de la reivindicación democrática de los alumnos, de los docentes y de los trabajadores no docentes de tratar, como opción, de dar una orientación distinta a su propia formación, a su propio quehacer; esto se logró en algo en las décadas anteriores (pero estos últimos tiempos ya menos) para que con estas reivindicaciones se logre o se quiera lograr que de estas instituciones egresen profesionales al servicio del pueblo, profesionales democráticos, que evidentemente tengan que vivir de su profesión, que es legítimo, pero que no tengan ese sentido mercantilista, insensible y entreguista que tanto ha calado.

 

Justamente al intelectual que menciona al final, es decir, a ese intelectual de otra conciencia social, más humano, de servicio, específicamente nos referimos a ese intelectual progresista, o revolucionario; ¿cómo se da su proceso de formación y qué características debe de tener y cuál es su papel?

Bueno, el motor de nuestras acciones personales, de cuando vamos de aquí a nuestras casas, a nuestros centros de estudio, el motor de todas las acciones personales, grupales, sociales e históricas, es el cerebro, y de cómo tengamos el desarrollo de nuestra conciencia entonces se van a tener los logros a favor de una sociedad mejor a la cual nos estamos refiriendo, eso significa abrazar una metodología, una ideología, el marxismo concordante con los intereses del pueblo, pero no es suficiente tener la etiqueta de marxista en la frente, pues es menester que haya una concordancia con la realidad y con la práctica misma dentro de la absoluta complejidad que eso significa. Se tiene incluso en los sectores populares la aparente garantía de su origen o extracción de clase, la aparente garantía de su situación de clase, la aparente garantía de su dicho de clase, que dicen tener un punto de vista, que abrazan un punto de vista, pero en la práctica están alejados de ese dicho de clase; por eso lo determinante para los sectores populares y con mayor razón para los intelectuales o para los que dicen estar metidos en política en general, es de que esa ideología que dicen abrazar, sea concordante con sus acciones, y viceversa. Por lo mismo, cuando hablamos de marxismo, no debemos hablar sólo de un marxismo unilateral sólo conflictualista o sólo conciliacionista, sino considerarlo en su verdadera dimensión, en su completa relación de interrelacionabilidad y de intrincada relación de unidad y pugna, de pugna y unidad, resaltando su finalidad y perspectiva constructiva; de no ser solo críticos, sino muy autocríticos: autocríticos sobre la mezquindad que hubo en reconocer la extraordinaria revolución cubana que le ha dado dignidad al pueblo latinoamericano; sobre la miopía que hubo en reconocer que el pensamiento andino y de los pueblos originarios del mundo encierran una concepción compatible con los fines de cambio estructural; sobre que en todos los credos políticos y religiosos hay gente buena que no necesariamente comparte ciertos métodos, pero que aspira una sociedad mejor; que no es lo mismo religiosidad, religión institucionalizada, feligresía o creencia; que hay una problemática indígena y nacional muy importante que no se ha valorado ni tratado debidamente; que falta repensar sobre lo que es el frente en sus amplísima y profunda connotación y tratarla adecuadamente; que las migraciones no han sido o no son simples desplazamientos de personas y que con su reubicación se han producido remoción de economías, emociones, convicciones, esquemas, intereses, esperanzas y perspectivas; que no en vano Vallejo nos ha dicho "cuídate de la hoz sin el martillo y del martillo sin la hoz"; que hay una tremenda y trascendente problemática ecológica que se ha soslayado mayormente; que hubieron no sólo errores, excesos y limitaciones; que "por un herraje se puede perder un caballo y por un caballo, la batalla"; que nunca hay que decir "nunca"; que la autoestima es buena, pero no la sobreautoestimación de uno ni la subestimación del otro; la ilusión y firmeza son buenas, pero mejor el realismo y la humildad; que la "unidad y lucha de contrarios" como categorías dialécticas no se remiten solo a la lucha de clases; que el espíritu y la fe no son solo expresiones figuradas de la convicción política; que todo tiene su ritmo, su tiempo y su sitio ("sin calco ni copia") sin que ello niegue que hay un ritmo global ni las leyes generales que rigen la sociedad, la naturaleza, el pensamiento y el universo; que la emoción es buena, pero mejor la razón como guía de la acción, y que la acción no es suficiente, si no va acompañada con una actitud más social, más humana y de servicio, como lo planteas en tu pregunta, etc..

 

Y específicamente, ¿cuál es el papel que le corresponde a este intelectual para cumplir dentro de la lucha de clases?

Coadyuvar en el desarrollo de la conciencia de clase dentro de lo que le corresponde en dos niveles: como intelectual, en los centros de enseñanza tendrá ciertas limitaciones porque "tiene" que adecuarse a la currícula oficial en cuya complejidad podrá extraer y difundir algunos elementos esclarecedores; pero su verdadera función esclarecedora, en todo caso, estará, como opción, en su activismo político no necesariamente docente, ni profesional. Ahora, si se trata del intelectual que no está comprometido con una institución, tiene más libertad para poder desarrollar su punto de vista. Los profesionales que trabajan en los ministerios tienen muchísima dificultad para poder decir o para poder plasmar su punto de vista si es que son progresistas o de avanzada. En las universidades existe o existía un poco más de posibilidad o libertad, pero ha habido estos últimos tiempos un retroceso por la ofensiva de los grupos nacionales e internacionales de poder, entonces lo que está ocurriendo es una mayor adecuación de estos profesionales al sistema. Nos referimos sobre esta problemática, principalmente a los profesionales de las especialidades de ciencias sociales y humanas. Recuerdo que el año 93 en la Universidad de Lima, el Vicerrector de entonces, dijo en una conferencia, que la sociedad se estaba mecanizando y pragmatizando mucho y que había necesidad de reimpulsar las ciencias humanísticas, pero al parecer a despecho de esa reflexión certera, hubo en los años siguientes, justamente un proceso inverso en la universidad peruana, más aún, ahora, con esta proliferación increíble de universidades pragmáticas, pero en todo caso, cada universidad tiene un proceso y un perfil distinto y en las universidades emblemáticas se producen, o se han producido, creo, fenómenos interesantes. Estoy hablando por un lado de San Marcos que es la universidad más antigua del Perú y de América y que prácticamente ha atravesado por todas la etapas: avances, retrocesos, más avances, más avatares, etc. (en sus orientación ideológica, en sus conquistas académicas y sociales para y por los docentes, alumnos y trabajadores y para el pueblo, en su adecuación al sistema, en su deslinde con ella, etc.); y el otro caso de la Universidad Católica que actualmente se debate de manera leve pero crucial (por la ofensiva más conservadora de la iglesia católica) entre las tres orientaciones históricas: conservadora o secular, progresista y "liberal" o sea de adecuación al mercado y al sistema (entiéndase el sistema como principalmente inconveniente a los intereses populares y de servicio a los grandes de poder, pero que de todos modos encierra algunas conquistas democráticas del propio pueblo a través básicamente de la lucha de San Marcos y de otras universidades y sectores).

 

Ya pasando a otro punto, ¿cómo debemos entender la globalización y qué repercusiones culturales trae a nuestro país?

Como decíamos hace un instante, existe un modelo de ofensiva del neocolonialismo para hacer más dependiente a los países y a los pueblos respecto de estos grupos internacionales de poder, con su política de ofensiva financiera, económica y cultural y con los gobiernos de turno a su servicio. La globalización es la internacionalización de este cometido de los grupos de poder a nivel global a través de su política neocolonial. En el plano cultural, buscan, y lo logran en parte, alienar a los pueblos, mermar su identidad, homogenizarlos, despersonalizarlos; ante ello, se trata entonces, de ser conscientes de esta dinámica agresiva y ver la manera de contrarrestarla, para lo cual, contamos menos mal, con una tradición cultural andino - amazónica y afro - peruana y popular aún fuerte, con raíces vigorosas y múltiples: la contienda está dada. Eso no significa que todo lo interno sea bueno y que todo lo de afuera sea malo: no es cuestión de propiciar una isla ni desdeñar o desperdiciar todo lo que venga del exterior, más bien hay que aprovechar lo mejor de la cultura universal; así como en economía tampoco no tenemos por qué propiciar el aislamiento, pues es inevitable que el mundo se haya hecho más mundializado o globalizado; en cualquier caso, de lo que se trata es de decantar y priorizar.

 

¿Qué podría decirnos de los nuevos géneros musicales que movilizan grandes masas populares y las atrapan con este contenido deprimente y erotizante?

 Es parte de esta ofensiva que hemos señalado, porque junto a la política propiamente dicha, junto a la política económica, junto a la política financiera, está aparejada una política cultural a través de la cual pretenden robotizar, homogenizar, a los sectores populares de todos los países sometidos -y en este caso del nuestro- acorde a los modelos imperialistas. En esa dinámica hay géneros aparentemente populares, aparte del rock y sus variantes, dentro de la música latina e incluso nacional, que tienen pues un grandísimo contenido superficial, degradante y de no compromiso con la realidad, o como acabas de decir, deprimente y erotizante …

 

¿Cómo se puede definir al artista popular y cuál es su papel también dentro de la lucha de clases?

Lo popular es una categoría muy compleja, pero en general podríamos decir que el artista popular en principio es o debe ser un elemento coadyuvante dentro del proceso de la lucha de clases, y que no remplazará -no tiene por qué hacerlo- a la vanguardia o a quienes se consideren vanguardia de un proceso de lucha en cualquier nivel reivindicativo o histórico; pero para que sea coadyuvante tiene que tener también clara su conciencia, eso significa tener una idea clara de cuál es la caracterización del país, de cuáles son las contradicciones y afinidades, de lo que es la cultura popular y no popular y de cómo se ubica o se debe ubicar en esta compleja relación de clases o de lucha de clases.

 

Le agradecemos por la entrevista concedida y, para concluir, tal vez quisiera agregar algo más.

Les deseo éxitos en su gestión como grupo cultural y en su proyecto en la revista que están impulsando, tengo entendido que es una revista democrática con una gran sensibilidad social, hago votos fervientes para que tenga un largo aliento, evidentemente me parece, observo en sus impulsores, que tienen un deslinde con lo que significa lo negativo, lo pernicioso; pero dentro del campo popular ustedes saben que hay quienes son y quienes parecen, pues entonces dentro de eso les deseo a ustedes inteligencia, suerte y éxitos en estos cometidos personales, grupales, culturales e históricos que se han trazado.

 



[1] Revista Qatarisun Año 01, N° 01, mayo 2010.

[2] Este título es un AN.

[3] Es una publicación de la Agrupación Cultural Rimaq Wayra.